¡Y cerramos una etapa! La verdad que si hace unos años me hubieran dicho que iba a cerrar la academia me hubiera llevado las manos a la cabeza diciendo que eso, ¡era imposible! Bueno, pues una vez más la vida me ha enseñando que los caminos los vamos tomando a nuestra libre elección, pero que no somos nosotros los que ponemos ahí esos caminos. Cesar una actividad como autónoma no es fácil, porque no sólo lleva implícito el trabajo profesional que has realizado, si no también lleva toda la carga emocional que has puesto en el proyecto, un proyecto de vida que comenzó hace 25 años con mis clases de repaso y natación. Si a esto le añades que tu actividad ha estado centrada al cien por cien en las personas, ¡ni os imagináis!
En este proyecto he estado siempre acompañada de buenos profesionales y mejores personas convirtiéndose muchos de ellos y sobre todo ellas, en grandes amigos y amigas; sin vuestra aportación no hubiéramos podido llegar hasta aquí jamás, ¡gracias!
¡Soy lo que habéis creado entre todos! Los educadores con pasión difícilmente no dejamos huella en nuestros alumnos y alumnas, pero no os imagináis las huellas que dejáis en nosotros. Gracias a todos y a todas los que me habéis acompañado en el camino y que me habéis hecho crecer; mención especial para las madres que están siempre al pie del cañón con sus hijos e hijas y para las mujeres rurales con las que he compartido tantos momentos de ocio.
Estaré ocupada abriendo etapas pero nos seguiremos viendo por nuestros pueblos y por supuesto en el plano virtual; de todo corazón, ¡GRACIAS!
Rocío Gregorio